Receta sencilla a más no poder, saludable y que no mancha nada, y cuando digo nada me refiero a nada. El pollo se hará en su propio jugo sin perder absolutamente nada de sabor y no usaremos grasas de ningún tipo.
Es conveniente que la pechuga sea pequeña, si son muy gruesas cortadlas por la mitad a lo largo para que no queden crudas en el centro.
Esta receta la podría hacer hasta un mono :)
INGREDIENTES por persona
- 1/2 pechuga de pollo
Otros ingredientes
- Sal
- Especias
- Frutas y verduras
PREPARACIÓN
1.- Calentamos agua abundante en una cacerola, tardará más en empezar a hervir que lo que nosotros tardemos en preparar el pollo.
2.- Condimentamos el pollo con lo que más nos apetezca, en la foto que sigue sólo usé sal, pimienta y romero.
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También podemos abrir la pechuga haciendo un sólo filete de ella y rellenarla con algo de fruta o verduras.
3.- Ponemos el pollo sobre un trozo de film transparente y lo enrollamos de forma que quede prieto.
Aseguraos de que al enrollarlo no entre agua, yo usé una goma elástica para evitar que los 2 extremos se abriesen una vez lo hubiese introducido en el agua.
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4.- Retiramos del fuego la cacerola cuando el agua empiece a hervir a borbotones y echamos el pollo dentro. Dejamos que repose durante 15 minutos.
Usad cualquier cosa que tengáis a mano para hundir bien la pechuga si flotase, algún cucharón, la pesa de una olla, etc.
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En este caso condimenté el pollo con pimienta con limón.
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5.- Lo cortamos antes de servirlo para asegurarnos de que está bien hecho por dentro (y porque quedará lucirá más en el plato ;).
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Aquí rellené la pechuga condimentada con pimienta con limón con manzana y cebolla, la combinación de sabores era maravillosa.
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Acompañad el pollo con unas verduras a la plancha y tendréis un plato de lo más sabroso y saludable.