Salmorejo cordobés

 

Se va acercando esa época del año en la que el cuerpo nos pide platos más ligeros y frescos. El salmorejo es y será uno de mis platos favoritos, no sólo es delicioso sino que además se hace en minutos sin ninguna complicación.

 

Tanto las cantidades como la forma de hacerlo de esta receta son las que sugiere la Cofradía Gastronómica del Salmorejo Cordobés cambiando algunos detalles: en vez de pan de Telera cordobesa usaremos el pan blanco que tengamos a mano y en vez de ajos de Montalbán usaremos los de nuestro supermercado favorito :) Ésta es una de esas recetas que cuando uno la ha hecho 20 veces ni mide, ni pesa ni nada, así que me viene de maravilla para poder compartirla.

Comprad los mejores tomates que encontréis y usad un buen aceite de oliva virgen extra, por mucho que os gastéis os saldrá por poco más de 1 € por persona. La diferencia entre usar unos buenos tomates y unos malos, o un buen aceite y uno corriente, hará que este plato pase de aceptable a memorable. A mí me gusta usar tomates de rama y hogazas de pan con mucha miga y una corteza fina y no muy dura.

 

 

INGREDIENTES para 4 personas

• 1 Kg de tomates maduros
• 200 g de pan
• 100 g de aceite de oliva (3/4 taza, aproximadamente)
• 1 ajo
• 10 g de sal
• 2 huevos duros
• 100 g de punta de jamón serrano

 

PREPARACIÓN

 

1.- Limpiamos y trituramos los tomates.

 

2.- Pasamos el tomate por un pasapurés para quitar la piel y las pepitas.

 

3.- Volvemos a batir el tomate añadiendo el pan, el ajo y el aceite.

Si tenéis una batidora de las que desintegran la comida mas que batirla os podéis ahorrar el paso 2. En mi caso uso una Thermomix, los pocos pellejos que me encuentro son tan pequeños que ni me molesto en perder tiempo con el pasapurés. En la siguiente foto podéis ver cómo queda y no encontraréis ninguna diferencia con la anterior salvo en el color, usé tomates de variedades distintas para hacer uno y otro.

 

4.- Cocemos los huevos, los picamos cuando estén listos y cortamos el jamón en tacos pequeños.

 

 

Ya tenemos casi lista nuestro salmorejo, sólo nos queda enfriarlo antes de tomarlo.

A la hora de servirlo lo repartiremos en cuencos, echaremos un chorrete de aceite en cada uno y repartiremos el huevo y jamón.