Este plato lo encontrarás casi siempre en un desayuno tradicional en cualquier país de Oriente Medio, es cremoso y refrescante.
El labneh es una crema de yogur, con distinta consistencia en función del tiempo que lo tengamos en reposo, muy similar al queso crema pero con bastante menos grasa. En casa llevo preparándolo desde hace muchísimo tiempo y no sé por qué nunca se me había ocurrido compartir la receta por si alguien no lo conocía.
Uno de los motivos por los que suelo preparar esta crema en vez de tomarme un yogur tal cual es porque siempre he sido más de salado que de dulce. Un desayuno ideal, para mí, es una sencilla tostada con tomate (con su aceite, sal y pimienta, ¡claro!), así que cualquier otra cosa salada que haga mis mañanas más variadas me hará igual de feliz ;)
Ah, ¿que vosotros sois más de dulce y la idea de desayunar esto no os atrae? No pasa nada, es un aperitivo maravilloso y sano, podéis condimentarlo con lo que queráis, un chorrete de aceite y vuestras especias favoritas. A mí me encanta con menta o zataar.
Al principio hablaba de la consistencia y del tiempo de reposo, vamos a ello. Para hacer labneh podéis usar yogures naturales normales o desnatados, hechos con la leche de vuestro animal favorito y del tipo que sean (normales, griego, etc.); ni que decir tiene que cuanto más contenido en grasa tengan más cremoso será el resultado. El tiempo de reposo para conseguir la consistencia deseada dependerá también del tipo de yogur que usemos, esto lo aprenderéis a base de probar con vuestros yogures favoritos y es tan sencillo como ir tocando de vez en cuando la malla donde reposa. Con yogures naturales normales y 24 horas de reposo consigo una densidad parecida a la del queso crema y con yogures griegos y 48 horas de reposo algo más firme, por si os sirve de orientación.
Otra de las preparaciones tradicionales es dejarlo mucho más tiempo, el necesario para que se endurezca lo suficiente como para hacer bolas, y se conserva en aceite de oliva; os durará mucho tiempo en la nevera y siempre lo tendréis listo para un antojo. Yo nunca lo he hecho porque ni tengo la paciencia de esperar tanto ni lo necesito para esos antojos, casi siempre tengo crema en la nevera.
INGREDIENTES
- 4 yogures naturales
- 1 cucharadita de sal
Otros ingredientes
- Aceite de oliva
- Especias
PREPARACIÓN
1.- Batimos los yogures y mezclamos la sal y especias (si decidimos incluirlas en este punto).
2.- Ponemos un par de gasas dentro de un cuenco y vertemos el yogur dentro, una sola gasa no es suficiente.
Las gasas tienen que ser lo suficientemente grandes como para poder hacer un hatillo con ellas. Yo compro unas gasas quirúrgicas de 45×45 cm en la farmacia y las reutilizo hasta que los agujeros se agrandan tanto que el yogur se cuela, cada una cuesta 1,50 €, ¡no es una gran inversión!
3.- Hacemos un hatillo, lo suspendemos con un par de palos dentro de un recipiente que recoja el líquido que vaya filtrando y dejamos que repose en la nevera.
Las gasas no deben tocar en ningún momento el fondo del recipiente.
4.- Estos son los tiempos que yo suelo emplear para hacer una crema que se pueda untar con facilidad pero que tenga cierta consistencia: 24 horas usando yogures normales en la primera foto y 48 horas usando yogures griegos en la segunda foto.
A la hora de servir el labneh, podéis hacerlo simplemente echando un poco de aceite de oliva por encima o podéis añadir, además, algún condimento de vuestra elección.
En casa, si sé que nos lo vamos a terminar de una sentada generalmente mezclo las especias con el yogur a la hora de prepararlo, si no no para poder alternar entre varias.
Tomadlo con pan de pita, untado en tostadas, como dip… como se os ocurra, como usaríais un queso crema. Su toque agrio contrasta muy bien con el dulzor de los ahumados o embutidos de pollo y pavo.
6 comentarios
Hola, muchas gracias por la receta. Cuales serían las especias? Saludos desde Argentina!
María, disculpa por la tardanza en contestar.
Yo suelo usar zaatar o sumac, pero puedes usar las que más te gusten (sin pasarte ;).
Nuevo para mi , César, también el zataar. Pero apetece probarlo.
Buen aporte, como siempre!
¡Muchísimas gracias!
Pues como te he dicho otras veces, cuando nos veamos en Madrid, si me lo recuerdas, te doy un poco para que pruebes. Directo desde Arabia Saudí ;)
Pregunta tonta: ¿hay que dejarlo reposar fuera de la nevera o dentro? ¿Conviene que sea un sitio fresco o da lo mismo?
Tiene una pinta buenísima, me muero de ganas de probarlo :)
Lola,
dentro de la nevera, al tratarse de un yogur imagino que fuera se estropearía. Voy a revisar la entrada y editarla si no ha quedado claro.
Ya me contarás qué te parece ;)