El wok, ese gran desconocido en las cocinas de nuestros mayores a pesar de los poco más de… ¡2000 años de vida que tiene! Cuando uno lo prueba difícilmente vuelve a las sartenes de toda la vida, al menos yo las uso para poco más que cocinar por separado los distintos elementos de una receta, si hiciese falta, para luego incorporarlos todos al wok. Al ser tan alto te permite mover los ingredientes enérgicamente sin miedo a que se salga. Otra de las ventajas que tiene cocinar en wok es el poco aceite que hace falta, generalmente con un par de cucharadas soperas de aceite es suficiente y hay quien sólo pinta con un pincel las paredes del mismo.
Con esta entrada pretendo animaros a que probéis uno, porque lo que sigue a continuación lo puede hacer hasta un mono. Vamos con otra receta fácil.
INGREDIENTES para 2 personas
- 1 pimiento rojo pequeño
- 1 pimiento verde
- 1 cebolla
- 1 calabacín pequeño
- 150 g de pasta
- 2,5 l de agua
Otros ingredientes
- Aceite de oliva
- Sal
PREPARACIÓN
1.- Ponemos a calentar el agua y un chorrete de aceite en una cacerola.
2.- Mientras se calienta el agua cortamos en trozos pequeños todas las verduras.
Muchas de ellas las corto con un utensilio que me regaló una amiga hace tiempo y desde entonces se ha convertido en uno de esos aparatejos imprescindibles, si alguno tiene curiosidad que pregunte por privado.
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3.- Echamos la pasta a la cacerola cuando el agua empiece a hervir. ¿Cuánto tiempo? Aproximadamente el que indique el fabricante, yo empiezo a probarla poco antes del tiempo que recomiendan porque me suele gustar menos hecha de lo que acostumbramos a cocerla en España. No acostumbro a echar sal en este punto, suelo echarla al final.
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4.- una vez esté cocida la pasta la lavamos en agua fría para cortar la cocción.
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5.- Salteamos las verduras en el wok, 3 minutos a fuego medio fuerte y otros 5 minutos a fuego fuerte. Quedarán un punto duras, es como me gustan, si las queréis más hechas podéis hacerlas 5 minutos en vez de 3 a fuego medio.
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6.- Cuando las verduras estén en su punto, incorporamos la pasta al wok y la removemos movemos para desplazar las verduras a los lados. Salteamos la pasta para darle el punto que nos guste, a mí me gusta crujiente :)
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A los que no tengáis un wok, sabed que las paredes no son como las de una sartén que cogen la misma temperatura que el resto del utensilio. Las paredes de un wok no queman, nos permite mantener caliente la comida de los lados sin que se siga haciendo mientras cocinamos lo que esté en la base. Por ese mismo motivo, cuando necesitemos hacer por igual todo lo que metamos dentro tenemos que estar removiendo constantemente.
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